miércoles, 11 de junio de 2008

TEOSOFÍA: QUE ES LA TEOSOFÍA? (1)

Queridos amigos: siguiendo con nuestro deseo de querer compartir, con todas aquellas personas con inquietudes, y en nuestro ánimo de divulgar todo aquello que nos pueda servir en nuestra evolución, a través del conocimiento; os queremos recomendar un libro que hace tiempo leímos titulado: TEOSOFÍA EXPLICADA de P.PAVRI y del cual nos "enamoramos", es una verdadera joya.

Los principiantes en el estudio de la Teosofía solemos hacer innumerables preguntas. Y por ello su autor ha intentado presentar en este libro, de manera sistemática, la vasta ensañanza teosófica en forma de preguntas y respuestas. El material aquí recopilado lo obtuvo de más de cien libros y folletos; principalmente de obras de aquel maravilloso ocultista, Monseñor C.W.Leadbeater, y de la famosa Presidenta de la Sociedad Teosófica, Dra. Annie Besant.

El propósito de este libro es el de facilitar un pocomás el estudio de la Teosofía en su etapa elemental, antes de pasar a estudiar obras de mayor adelanto y comprensión.

Ángel y Pilar

INTRODUCCIÓN

Desde que el año 1875 marcó el renacimiento de la Teosofía en el mundo del pensamiento moderno, particularmente debido a la acción de la Sociedad Teosófica; en cada país, la gente que piensa, ha ido aceptando firmemente sus explicaciones de las dificultades y misterios de la vida. Muchos que han estudiado profundamente se han convencido, por experiencia o raciocinio, de la verdad de sus acumuladas enseñanzas, y otros cientos de miles, cuya disposición es menos estudiosa, han convenido en considerarlas como probables en él más alto grado, la guía más segura y eficaz en la vida humana. Aunque muchas afirmaciones respecto a asuntos tales como la vida después de la muerte; la Ley de Justicia (Karma) y la peregrinación del alma hacia la perfección humana a través de repetidos renacimientos o reencarnaciones, nos han llegado bajo autoridad de enseñanza expresa de grandes Adeptos del Himalaya, sabios y videntes, así como de sus agentes en el mundo externo, informaciones confirmadas por la enseñanza de muchas religiones y las experiencias de muchos antiguos y modernos místicos y filósofos de Oriente y Occidente; tales afirmaciones son en alto grado satisfactorio para la mente científica y lógica, así como para los requisitos de nuestras mejores opiniones morales e intuiciones más concienzudas.

Como adición a esto, muchos investigadores privados que han seguido el método de entrenamiento propio, requerido para quienes estén ansiosos de conocimiento directo, han verificado, por su propia e inmediata experiencia supersensorial, la veracidad de uno o muchos de los hechos presentados al mundo. Esta filosofía satisface, pues los tres instrumentos humanos de verdadero conocimiento: autoridad, razonamiento y percepción directa.

Ahora bien, la Teosofía no es asunto tan sólo para filósofos o escuelas. Ante todo, lo es para cualquier clase de personas porque les suministra aquel conocimiento que satisface la mente y el corazón, haciendo de nuestras vidas una perenne alegría, algo lleno de propósito y poder. Hace que nos demos cuenta de lo engañoso de muchas dificultades y pruebas de la vida, así como de la necesidad de ellas como instrumento de progreso inmediato; de tal suerte que lleguemos a ser capaces, como el cisne de la fábula Oriental, de separar, casi sin esfuerzo, “la leche del agua” en la vida ordinaria. Por la Teosofía aprendemos que tanto el trabajo, como el amor in egoísta, nos brindan siempre sus frutos y completa satisfacción.

Con la mirada puesta en este aspecto práctico de la Teosofía, es como ha compilado su obra el Profesor P. T. Pavri, para colocar todo el asunto, ante el público en general, bajo una luz clara y decidida. Su labor ha sido una obra de amor, el resultado de cuidadosos estudios por muchos años, durante los intervalos de sus deberes como Ingeniero y a últimas fechas como estudiante de Adyar y como profesor de colegio Nacional de Sind. Su presentación de las enseñanzas ha sido todo un éxito como podrán juzgarlo quienes pasen su mirada por las páginas del libro, que ha sido muy convenientemente arreglado tanto para ser útil a un lector continuo, como al que prefiere repasar ligeramente una u otra página.

Yo recomendaría este libro, insistentemente también, a los grupos de estudios teosóficos, ya en Logias y otros centros, particularmente como un diccionario Teosófico, o compañero al cual se consulta cuando surgen dificultades y dudas. Es obra moderna y llena de útiles detalles.

ERNESTO WOOD.

QUE ES LA TEOSOFÍA?

PREGUNTA: ¿Es la teosofía una Religión?

RESPUESTA: La Teosofía no es una religión en sí,(1) sino la verdad que subyace por igual en todas las religiones, la oculta raíz de la cual han brotado todas las diferentes religiones. Es lo mismo que la Gnosis de los Cristianos; la BrahmaVidyá de los Hindúes y el Sufismo de los Mahometanos. “Teosofía” se deriva de dos palabras griegas: Theos, un Dios y Sophia, Sabiduría; y significa Sabiduría Divina, sin ayuda de la cual es para el hombre imposible conocer algo acerca de los hondos y perennes problemas de la vida.

PREGUNTA: ¿Cuáles son esos hondos problemas de la vida?

RESPUESTA: Por qué; de donde; cómo fue creado el Universo; con qué fin; qué soy yo; cual es el propósito de mi existencia, cual la finalidad de ella; qué es Dios y dónde está; de qué manera estoy conectado con El y con el universo; cuál es la explicación de las aparentes injusticias de la vida; cual sea el significado y la necesidad del sufrimiento y dolor; Qué es la buena suerte, el hado o destino; qué son los sueños y cómo se ocasionan; qué es la vida qué la muerte, etc. Esta y muchas cuestiones semejantes, que en todo tiempo el ignorante ha juzgado inexplicables, pueden comprenderse solamente con ayuda de la Teosofía.

PREGUNTA: pero, ¿acaso no es creencia general que tales cosas no puede ser entendidas por el hombre?

RESPUESTA: Nada hay en el mundo que le hombre no pueda conocer y comprender; pero la razón de su ignorancia de tales asuntos es su orgullo, inercia mental, e intelecto no desarrollado.

PREGUNTA: Pero algunos objetan que los asuntos no mencionados en sus Escrituras religiosas no deberían considerarse como verdaderos.

RESPUESTA: El hecho de que algunas escrituras no mencionen ciertos asuntos, no prueba la falsedad de ellos; por tanto es ocioso decir que el estudio de enseñanzas Teosóficas, no comprendidas en las Escrituras de religiones particulares, sea contrario a la verdad o contrario a aquella religión. De hecho, muchas de las ciencias modernas no se mencionan en las Escrituras religiosas; ¿sería lógico, por ello, decir que no debemos estudiarlas?

PREGUNTA: Si la Teosofía puede explicar los misterios “inexplicados” de la Naturaleza, ¿Cómo es que tanta gente no tan sólo la menosprecia sino que positivamente la combate?

RESPUESTA: Una razón es que, no obstante contener la Teosofía, como un río, bajos fondos que un niño podría vadear, contiene también profundidades que el mejor nadador no puede sondear. Y así, aunque algunas de sus enseñanzas sean tan sencillas y prácticas que cualquier persona de mediana inteligencia puede comprenderlas y seguirlas, otros asuntos no se abarcan o entienden en sus más altos detalles sin esfuerzos especiales. A la inercia mental le disgusta ser perturbada; y la vulgaridad egoísta prefiere una fácil mentira a la mayor verdad, si ésta requiere el sacrificio de la más mínima comodidad. Por otra parte, el altruista código de la Teosofía sólo puede atraer a aquellos pocos que están ya preparados para llevar una vida de gran pureza.

Hay otra razón, y es que la Teosofía mata cualquier superstición o fanatismo disfrazados de religión; por lo cual, cuando presenta verdades que de plano contradicen muchas de las fantasías humanas tan gratas a los sectarios, no son aceptables para aquellos que no han hecho un estudio serio de su propia religión y quienes naturalmente prefieren apegarse a sus antiguas creencias. Tal es la condición humana y no es fácil desraizar ideas consentidas durante muchos años, por más falsas que sean. Además el carácter de las enseñanzas Teosóficas es novedoso, y una ojeada a la historia de cualquier sistema nuevo de pensamiento, religioso o filosófico, de mostrará que siempre se han opuesto en su camino toda clase de posibles impedimentos por aquellos que odian las innovaciones.

A medida que un hombre progresa intelectualmente, sufren un gran cambio sus ideas acerca de religión, y su fanatismo decrece en proporción. Pero aquellos ortodoxos y fanáticos de todas las religiones que, a pesar de su ignorancia aun de los más elementales principios de otras religiones, consideran la suya particular como la única verdadera y muestran desprecios por todas las otras, simplemente proclaman su propia necedad. De igual modo, no se encuentra uno sólo de quienes ridiculizan la Teosofía creyéndola contraria a su propia religión, que haya comprendido, verdaderamente, su propia religión o estudiado, siquiera, los primeros principios de Teosofía.

PREGUNTA: Ahora bien, ¿cuáles son los principios fundamentales de Teosofía?

RESPUESTA: Hay dos de ellos. El primero es la inmanencia de Dios. La Deidad se halla en todas partes y en toda cosa. La Vida Divina es el espíritu de todo lo que existe, desde el átomo hasta el arcángel. Todo pensamiento, toda conciencia, son Suyos, porque Él es el UNO, el Único, la Eterna Vida. Y así, la esencia de la Teosofía es el hecho de que el hombre, siendo copartícipe de Su vida, puede conocer la Divinidad, y es, él mismo, divino e inmortal; mejor dicho, eterno; pues la inmortalidad es solamente inmensidad de tiempo y lo que el tiempo comienza en el tiempo debe terminar; en tanto que el hombre es eterno como Dios mismo es eterno, y la muerte es tan sólo el desechar una vestidura antes de revestirse de otra.

Pero si existe una Vida, una conciencia en todas las formas, con Dios inmanente en todas, entonces, como inevitable corolario a esta suprema verdad, deriva el hecho de la solidaridad de todo lo que tiene vida, de todo lo que existe; una Fraternidad Universal. La inmanencia de Dios; la solidaridad del Hombre: he ahí las verdades básicas de Teosofía.

PREGUNTA: ¿Puede usted delinear un bosquejo de sus enseñanzas?

RESPUESTA: Sus enseñanzas pueden ser bosquejadas así:

1. – Hay una Eterna e infinita Realidad, una Existencia real, incognoscible.

2. – De “aquello” procede el Dios manifestado y cognoscible, revelándose de unidad a dualidad y de dualidad a trinidad.

3. – Todo el Universo, con todas las cosas comprendidas dentro de él, es una manifestación de la vida de Dios.

4. – Hay muchas poderosas inteligencias denominadas Arcángeles, Ángeles, Devas, que han procedido del Dios manifestado y que son Sus agentes para efectuar Su Pensamiento y voluntad.

5. – El hombre, como su Padre Celestial, es divino en esencia, su íntimo Ser es eterno.

6. – Se desarrolla y evoluciona mediante repetidas encarnaciones a las cuales es impelido por el deseo bajo la ley de Karma, en los tres mundos, el físico, el astral y el mental, y de las cuales se libera por el conocimiento y el sacrificio; llegando a ser divino en potencia como siempre había sido divino en latencia.

7. – Hay Maestros de Sabiduría, Hombres Perfectos, seres que han completado su evolución humana, que han alcanzado humana perfección y nada tienen ya que aprender por lo que a la etapa humana se refiere.

PREGUNTA: ¿Cuál es la relación de la Teosofía hacia la Sociedad Teosófica, y cuando se fundó ésta?

RESPUESTA: La Teosofía, en sus enseñanzas y ética, aunque no en el nombre, es tan antigua como el hombre pero se sabe que la palabra “Teosofía” data del siglo tercero de nuestra era, cuando el sistema Teosófico Ecléctico, que después florecieron en el Neoplatonismo, fue establecido por Ammonio Saccas y sus discípulos en Alejandría; aunque Diógenes Laërcio atribuye aquel sistema a un sacerdote egipcio en los primeros días de la dinastía Ptoloméica.

La Sociedad Teosófica, como tal, fue fundada por Madame H. P. Blavatsky y el Coronel H. S. Olcott en New York el 17 de noviembre de 1875. En sus comienzos, el mundo no tan sólo no valorizó, sino hasta se opuso a este movimiento realmente útil, encaminado al progreso espiritual de la humanidad.............. continúa.


(1) En el libro del mismo autor: “Theosophy for Youths” pág. 1, se lee: “como la Teosofía no tiene ceremonias ni está al cuidado de sacerdotes, no es una religión”.

lunes, 9 de junio de 2008

TEOSOFÍA: QUE ES LA TEOSOFÍA? (2)


PREGUNTA: ¿Pueden todos estudiar la Teosofía?

RESPUESTA: La sociedad tiene tres objetos, y enorme bien se haría si tan solo alguno de ellos se realizara por completo.

PREGUNTA: ¿Cuáles son esos objetos?

RESPUESTA: El primero y más importante es: “Formar un núcleo de la Fraternidad Universal de la Humanidad, sin distinción de raza, credo, sexo, casta, o color”, y la aceptación de esa Fraternidad Universal es la única condición para pertenecer a la Sociedad

PREGUNTA: ¿Cómo será posible formar una Fraternidad Universal cuando personas, aún de la misma religión, se hacen la guerra entre sí?

RESPUESTA: Si se entiende y practica el segundo Objeto, no es imposible la Fraternidad Universal; y tal segundo objeto es: “ Fomentar el estudio comparativo de las religiones, filosofías y ciencias”.

PREGUNTA: ¿En qué consiste la ventaja de ello?

RESPUESTA: Un estudio comparativo de las religiones demuestra que el origen y la esencia de todas ellas son los mismos y que, fundamentalmente, todas la religiones son una, enseñando las mismas verdades e inculcando idénticos ideales de conducta y vida.

PREGUNTA: ¿Cómo es esto posible cuando las distintas religiones del mundo claramente difieren tanto entre sí?

RESPUESTA: La inmanencia de Dios es la base de la Religión, y las variadas religiones son métodos por los cuales el hombre busca a Dios, y aquí radica la justificación para la variedad. Hay muchos tipos de mentalidad y se planearon diferentes religiones apropiadas a diferentes razas y temperamentos.

Además, la humanidad se halla en diferentes etapas de evolución y lo que sirve en una etapa puede no convenir en otra. Por ejemplo, cualquier nación joven o salvaje, (Esto es, un país cuya población no tuviera aún la experiencia y adelanto que confiere una larga serie de encarnaciones humanas; cuyos placeres capitales sean comer, beber, y cazar para procurarse alimento) requerirá un sistema religioso muy simple, que les enseñe que hay un Dios que es bueno; que deben conducirse bien para serle gratos y alcanzar felicidad tras la muerte, pero que si obran mal, El los castigará haciéndolos sufrir en la otra vida.

Ahora bien, cuando esas mismas personas hayan pasado por muchas más vidas terrestres y hayan merecido nacer en naciones más civilizadas, requerirán una forma de religión más elevada y espiritual porque ya habrán desarrollado facultades intelectuales y morales en mayor grado. Mediante su evolución durante edades, tales seres habrán crecido en capacidad intelectual y su amor tendrá mayor radio y profundidad, por lo cual estarán aptos para comprender las grandes verdades en un grado al que nunca hubieran llegado sus antepasados. Como ya se dijo, lo que fue muy apropiado a las necesidades del pueblo hace dos mil años, por ejemplo, es obvio que no las satisface por completo ahora que se tiene más amplio conocimiento de la Naturaleza.

Las evidentes diferencias entre las varias religiones se deben a las características nacionales y raciales así como las progresivas etapas del desarrollo intelectual de cada pueblo. Otros factores diferenciales son los agregados de ritos y ceremonias y las serias mistificaciones, tergiversaciones y errónea interpretación de las verdades básicas enseñadas por los Fundadores.

Por otra parte, la Verdad puede ser expresada de mil distintas maneras, pero el TODO de ella jamás podrá expresarse por completo. Los hombres están descubriendo ahora la Verdad es infinita mientras lo credos son finitos y que, así como es imposible reducir lo ilimitable a una atlas geográfico, así es vano empeño tratar de incluir toda la verdad en las más elástica confesión de fe. Pero cada religión tiene su propia perfección o clave característica; su mensaje para la humanidad de su tiempo; y el estudio de todas ellas es, por tanto, necesario para conocer la multifásica Verdad.

Y así, practicando el segundo objeto, vemos que ninguna religión particular es la única poseedora de Verdad y por consiguiente no sentimos prejuicio en contra de otras. De aquí que la Fraternidad sea de posible realización práctica entre todos los hombre puesto que es un hecho de la Naturaleza, ya que todos somos hijos del mismo Padre.

PREGUNTA: Los principios esenciales a toda religión son los mismos: ¿Cómo es eso? Además, si la verdad se encuentra en todas las religiones, ¿por qué aparece tan diferente entre ellas?

RESPUESTA: Todas las religiones han crecido alrededor de algunos Grandes Instructores ( de hecho sus propios nombres han derivado del Fundador) como el Cristianismo, el Budismo, el Zoroastrianismo, el Mahometismo, Los fundadores de religiones son todos hombres Divinos, bajo la guía del Instructor del Mundo; miembros de una gran Fraternidad que rige la humanidad y conserva a su cuidado un cuerpo de doctrinas llamado la Sabiduría Antigua o Divina. Cuando una porción de la humanidad está lista para alguna nueva enseñanza, Uno de los de la Fraternidad nace entre aquellos hombres para fundar una nueva religión impartiendo las mismas verdades, los mismos preceptos, pero bajo una forma apropiada a la condición de los tiempos, es decir, al nivel intelectual de la gente a la cual El viene, a su tipo, sus necesidades y capacidades. “De muchos colores son las vacas (dice el proverbio), pero la leche de todas tiene un solo color. Consideremos el conocimiento como la leche y las instructores como las vacas”. Y así, debido a su común origen divino, lo esencial en todas las religiones es idéntico, si bien lo no esencial varía.

Las religiones son como las vasijas en que se vierte agua; el agua tomará diferente forma según el recipiente, pero conserva su esencial propiedad de apagar la sed. De igual manera, en las religiones se vierte vida espiritual que asume la variada forma de ellas (requisitos de los tiempos, etapas del desarrollo intelectual de la raza, etc.) pero que nunca deja de ser una y la misma vida espiritual, capaz de calmar la sed que tiene el espíritu por conocer a Dios.

Así como una blanca luz incluye en sí misma todos los colores, así las diferentes religiones representan varios colores que, en su conjunto, forman el único blanco rayo de la Verdad. Y así como el agua envasada en botellas de cristal de distinto color aparece diferente agua en realidad no tenga color; y así como el mismo Sol visto a través de vidrios de diverso matiz aparece de color diferente, de igual manera, la misma Verdad tomará distinta apariencia conforme a las revestiduras de las distintas religiones que fueren necesarias para su expresión, y su “color” variará de acuerdo con las necesidades y capacidades de los pueblos para quienes originalmente se destinare.

Cada religión marca un paso adelante en la civilización, mostrando, al propio tiempo, alguna característica útil a la humanidad, acerca de la cual no hubieren puesto mucho énfasis los Instructores precedentes. La humanidad debe aprender muchas lecciones y desarrollar diferentes cualidades que le son impartidas por religiones especiales, adaptadas para subrayar algunas enseñanzas particulares. Estas enseñanzas se personifican en las civilizaciones, y la humanidad, desarrollando las cualidades que de ellas derivan y aprendiendo las progresivas lecciones impartidas por Instructores del Mundo, e incorporadas en Religiones, gradualmente muestran un adelanto hacia la perfección y mejores cualidades. En suma: si bien todas las grandes verdades se encuentran en cada Fe, hay algo, a la vez, que predomina en cada una, _su Idea central, o nota Clave comunicándole su peculiar color y conteniendo el germen de características peculiares.

PREGUNTA: ¿Cuáles son las ideas centrales, las notas clave de las antiguas Religiones conocidas?

RESPUESTA: Si bien es cierto que cada religión contiene alguna enseñanza universal, empero, en cada una predomina cierto espíritu peculiar de ella. Cada una suena su propia nota, preconiza una cualidad dominante, como si hubiese elegido una virtud o verdad sobre la cual insistir con especialidad; y todas estas notas, al combinarse, no producen monotonía sino un espléndido acorde.

Según el Dr. Miller, bien conocido Presbiteriano fundador del Colegio Cristiano de Madrás, la contribución, por así decirlo, del Hinduísmo a la gran Religión Universal, es la doctrina de la Inmanencia de Dios y la solidaridad del Hombre. Admitiendo que la Vida universal palpita en la humanidad entera, la fraternidad de los hombres viene a ser tan sólo el aspecto terrestre de aquella gran realidad espiritual; y de tal reconocimiento de la unida de los hombres, surge la nota dominante de las obligaciones sociales, (el dharma, ) o sea, el DEBER, un sentido del deber entre miembros de una comunidad, el deber del hombre hacia el hombre.

La enseñanza del Instructor Mundial, como Téhuti, a Toth, (o Hermes según los griegos), que dominó en la civilización de Egipto, es la de la CIENCIA, el estudio del hombre y de los mundos que lo rodean; y porque su idea central fue la de “Luz”, tuvo Egipto, como clave de su fe, el conocimiento Científico, en grado tal que el epíteto “sabiduría de Egipto” ha perdurado a través de las edades y aún el propio nombre de la Química se deriva de Chem o Khem, el primitivo nombre de Egipto a la evolución del mundo consistió en el valor de la Ciencia y del conocimiento del mundo físico, esto es, la doctrina de la Ley, pues la Ley es símbolo de Conocimiento así como el Deber (Dharma) es flor de Verdad.

La base de la civilización que el Instructor Mundial, como Zoroastro, edificó en Persia, es PUREZA, “pureza de pensamiento, pureza de palabra, pureza de acción”. Predicó El la doctrina del Fuego y adoptó el Fuego como símbolo de la Divinidad, porque el Fuego es el gran purificador.

En Grecia, el Supremo Instructor, como Orfeo, dio la nota dominante de la BELLEZA, la belleza que es un aspecto de la Divinidad. Belleza fue la tónica de la religión griega y de la civilización griega, poderosa entre las antiguas civilizaciones del mundo. Grecia inyectó belleza en la vida de sus pueblos y la Belleza habló a través de su maravillosa literatura y de su exquisita arquitectura, así como de sus estatuas siempre expuestas al pueblo.

Así como Grecia habló de la Belleza mediante el Arte, Roma habló de la Belleza mediante LA LEY, el deber del ciudadano hacia la comunidad , porque, sin Ley, la Belleza no podría subsistir. Roma enseñó muy poco acerca del individuo: el Estado fue el ideal Romano y no puede existir verdadera libertad para una nación sin la omnipotencia de la Ley.

La idea central de la gran religión fundada en la India por el Señor Buddha fue CONOCIMIENTO, el recto conocimiento de sabiduría, de compasión y de obediencia a la Ley; comprendiendo cómo vivir y buscando la comprensión a través de todas las cosas.

La tónica de la religión hebrea es RECTITUD, la rectitud de Dios, “del justo Señor que ama la rectitud”.

En el Cristianismo, la Fe sobre la cual se ha edificado la civilización de la Cristiandad, resaltan dos notas, siendo la una consecuencia natural de la otra. La primera es la nota clave del Individualismo. Antiguas naciones constituyeron su civilización con la familia por base y no con el individuo. El Cristianismo vino a sonar la nota de Individualismo y, a fin de que pudiese ser ampliamente desarrollada, algunas doctrinas, incluyendo la de reencarnación, enseñada en la primitiva Iglesia, fueron sabiamente retiradas durante más de mil años. Era preciso crear el individuo, y la idea de una sola vida daba al ser una actividad que no hubiera desplegado si hubiese pensado que tras él y entre él existían muchas encarnaciones. Por espacio de los últimos dos mil años el individualismo ha dado de sí, al grado que en la subraza teutónica el carácter individualista ha llegado a centralizarse extremadamente, lleno de la egoidad, del “YO”. Esto fue tal vez necesario porque sin esta cualidad fuertemente arraigada, no hubiera habido base para una futura cooperación. Con verdad se ha dicho: “No podéis sintetizar debilidades”.

Viene luego la idea, no tanto por precepto sino por el ejemplo exquisito del Fundador, de que, cuando hayamos alcanzado poder, deberemos usarlo en servicio de nuestros semejantes; cuando hayamos adquirido fortaleza seremos noble empleándola solamente en ayudar al débil; que el conocimiento y el poder y la fuerza son humanos tan solo cuando se dedican al servicio de la raza; que el mayor de todos deberá ser como el servidor de ellos y que la medida de su poder deberá ser la medida de su deber: Esto viene a sonar la nota de AUTOSACRIFICIO que, con el tiempo, será la dominante en las naciones cristianas. Y así, el Cristianismo liga al amor de Dios el servicio a nuestro prójimo, procediendo esto de labios del Instructor Mundial a fin de que la raza humana sea capaz de ascender un paso más por la cuesta de la verdad y del amor. Un científico inglés, Huxley, recoge y proclama la gran frase de un Maestro de Sabiduría y Compasión: “la ley de supervivencia del más apto es la ley de evolución para el bruto; pero la Ley de autosacrificio es ley de evolución para el hombre”. El sacrificio de sí mismo, rasgo capital de la vida del Señor de Compasión El Cristo, no podrá ser claramente comprendido, aún por Sus más fervorosos fieles, a menos de que ellos mismos hubieren desarrollado fortaleza individual de ánimo y personalidad. El discípulo Pedro suministra un ejemplo de esto cuando negó a su Señor. Con una mayor comprensión viene el reconocimiento del deber de autosacrificio y el deber individual comienza a ocupar el lugar de los derechos individuales.

El Islamismo o mahometismo habla de RESIGNACIÓN con la voluntad de Dios y enseña que no hay más que un camino hacia la Divinidad, el que va a lo largo de la Resignación con la Divina Voluntad.

Así pues, revisando estas religiones del mundo encontramos que sus ideas centrales son como piezas de un gran mosaico y debe yuxtaponerse antes de que podamos apreciar la grandeza del conjunto; que cada fe tiene su propia “nota musical” y no debemos perder ninguna de las tónicas o dominantes, ninguna de las joyas de cada credo; y que todas las sucesivas religiones del mundo son presentaciones intelectuales de la única Gran verdad espiritual, los diferentes colores de la única blanca luz del Sol espiritual de la Verdad.

Leemos en una de las escrituras orientales, el “Bhágavad Gitá” de los Hindúes: “la Humanidad viene a Mí a lo largo de muchos caminos y por cualquiera de ellos que el hombre se acercare a Mí, por esa senda lo recibo, pues todas las sendas son Mías”. Esta es una gran verdad: Dios es el centro, las religiones todas se hallan en la circunferencia y como todos los radios conducen al centro, así todas las religiones llevan ultimadamente a Dios. Lo que se necesita es que cada uno de nosotros profundice y espiritualice su propia religión y descubra la identidad esencial en todas ellas mediante un imparcial estudio comparativo, ayudado por las más profundas verdades y enseñanzas esotéricas de la Teosofía.

PREGUNTA: Después de todo, ¿no podría ser denominada la Teosofía también como una Religión?

RESPUESTA: La Teosofía es la base de todas las Religiones, si bien desde cierto punto de mira, podemos pensar de ella como si fuese una religión en sí, puesto que aporta a sus estudiantes una regla de conducta basada no en mandamientos, sino en pleno sentido común y comprobada por hechos. Los teósofos regulan su conducta de acuerdo a la Divina Voluntad expresada mediante las Leyes de la Naturaleza, evitando quebrantarlas, no para escapar de la cólera de alguna imaginaria Deidad ofendida, sino para evitarse molestias a sí mismo.

Podría también llamarse una religión en el sentido de que nos demuestra el curso ordinario de evolución y al propio tiempo nos señala el más corto sendero hacia la meta de la vida humana, mediante más rápido progreso basado en esfuerzo consciente. Además, puesto que por el estudio comparativo de las religiones demuestra la Teosofía que todas son idénticas en esencia y origen, podría ser llamada “la Clave para todas las Religiones”. Da una razonable explicación de asuntos considerados como mera superstición en las religiones pero nada tiene que ver con las ceremonias externas de ninguna religión, sólo se refiere a la verdad subyacente en todas ellas.

No se obliga a los miembros de la Sociedad a admitir como fé ciega todas las afirmaciones de la Teosofía; se les deja en libertad para aceptar lo que les satisfaga como verdad. Esta táctica descansa en una base muy segura, o sea, el hecho de que nadie puede creer realmente en una verdad mientras no se haya cultivado a sí mismo hasta el punto de poder comprobarla por experiencia propia. Una enseñanza no es realmente parte de la vida espiritual de un hombre; llega a su vida mental dentro de aquella parte de su naturaleza en que se incuba el conocimiento, a saber, el intelecto; y el intelecto solamente es capaz de captar lo que sea semejante a él. La verdad dentro de un hombre es la que reconoce a la verdad fuera de él en cuanto se abre la visión interna. De aquí que uno de los objetos de la Sociedad Teosófica sea el estudio de las verdades fundamentales de todas las religiones. A nadie se le pregunta lo que cree. A todos se deja en libertad de estudiar por sí mismos. En cuanto se abren los ojos del espíritu, el hombre reconoce al punto la verdad, porque la facultad de verdad en su propia naturaleza le dice que ella existe. Ve él mediante ella, así como mira mediante la luz solar.

Mientras un hombre sea ciego, la luz del Sol es nada para él; pero, para quien tiene ojos, ningún argumento se requiere para demostrarle la existencia de la luz por obra de la cual está viendo. De aquí el lema que la Sociedad ha adoptado: “NO HAY RELIGION MÁS ELEVADA QUE LA VERDAD

PREGUNTA: Ahora ¿Cuál es el tercer objeto de la Sociedad Teosófica?

RESPUESTA: “Investigar las leyes no explicadas de la Naturaleza y los poderes latentes en el hombre”. En el hombre ha de mantenerse viva la intuición espiritual, y debe combatirse y desterrarse el fanatismo en cualquier forma, religioso, científico o social. Para tal fin deberíamos tratar de adquirir un conocimiento de todas las Leyes de la Naturaleza, es decir, las invariables secuencias que existen en la Naturaleza; y, especialmente, fomentar el estudio de aquellas leyes menos comprendidas por los hombres modernos, las que se llaman ciencias ocultas, que están realmente basadas en el verdadero conocimiento de la naturaleza y no en supersticiosas creencias. Por otra parte, el hombre posee, dentro de sí, ciertos poderes latentes, e investigarlos y desarrollarlos es el objeto de la Sociedad, a fin de que pueda cesar el sufrimiento e irradie la Paz por todo el mundo.

PREGUNTA: ¿Es la ciencia moderna antagonista de la Teosofía?

RESPUESTA: La Teosofía o Sabiduría Divina abarca toda ciencia, antigua y moderna, ya que no puede haber conocimiento fuera de la Divina Sabiduría. Mientras los hechos permanezcan los mismos, no puede haber sino una Ciencia; lo estrictamente científico es Teosófico y lo verdaderamente teosófico está en completa armonía con todos los hechos y es, por tanto, científico en el más alto grado. Pero la diferencia fundamental entre los puntos de mira de la Teosofía y de la Ciencia Moderna es que la una se dedica al estudio de la Vida y la Conciencia; la otra al estudio de la forma y de los vehículos de conciencia; de los fenómenos físicos en este y otros mundos; y de lo que puede ser traído a nuestra conciencia tan solo mediante el cerebro físico y los sentidos.

Ningún lector imparcial o de amplio criterio podrá estudiar “LA DOCTRINA SECRETA” – aquella Obra Capital de la enseñanza teosófica. sin sentirse lleno de admiración ante la profundidad de conocimientos que revela; y sin dejar de comprobar cómo la Ciencia moderna va avanzando a lo largo de las líneas trazadas con anticipación por la bien dotada, aunque muy zahiriente, autora de aquella obra monumental.

PREGUNTA: ¿Es entonces la Teosofía una Ciencia?

RESPUESTA: Verdaderamente es una ciencia, ya que las verdades que proclama no son asuntos de mera creencia teológica sino de conocimiento directo adquirido por el estudio, por investigación y laboriosa observación. Siendo una Ciencia de la Vida, una Ciencia del Alma, enseña que el mundo es una manifestación del pensamiento Divino en todos los grados de materia que mutuamente se interpenetran. El hombre tiene otros cuerpos aparte del físico y, cuando ha evolucionado suficientemente a fuerza de repetidas encarnaciones puede desarrollar nuevos sentidos, adquirir más altos poderes mentales, observar los fenómenos de la naturaleza en materia más fina y comprender sus inherentes leyes.

Ahora bien, el estudiante de cada ciencia ha de habilitarse para el estudios y debe tener el tiempo y la capacidad necesarios si desea adquirir conocimiento de primera mano, Igualmente, un estudiante de la ciencia teosófica deberá haber alcanzado cierto nivel en su evolución y haber purificado bien sus cuerpos físico, astral y mental, para que le sirvan como perfectos instrumentos en sus investigaciones por los mundos de materia sutil. De hecho, se ha definido a la Teosofía moderna como una síntesis de las verdades esenciales de religión, ciencia y Filosofía.

PREGUNTA: Se ha hablado ya de lo relativo a Religión y Ciencia, pero, ¿qué enseña la Teosofía sobre filosofía?

RESPUESTA: “Lograr el conocimiento del UNO es la meta de toda filosofía,” dijo Giordano Bruno. La Filosofía es el conocimiento de la Unidad mediante la razón, aparte de la multiplicidad de objetos; ciencia es meramente la observación de objetos mediante los sentidos. Solamente aquel que conoce la Unidad es un Filósofo. “A ese, dijo Platón, lo estimo como un Dios”.

La Teosofía es una filosofía de la Vida y explica cómo el Sistema Solar es una magnífica manifestación de la Vida Divina con el hombre como parte de ella. Afirma que el hombre según es mirado por medio de facultades ya desarrolladas, no es un cuerpo que tiene alma, sino que es un ALMA y tiene un cuerpo, de hecho, varios cuerpos, sus vehículos para actuar en diferentes mudos. Hay varios mundos que mutuamente se interpenetran y que simultáneamente nos rodean en todo tiempo, aunque en nuestra conciencia vigílica sólo nos damos cuenta del más denso de ellos, el físico.

El hombre progresa, vida tras vida, bajo las leyes de Reencarnación y Karma, hasta que se da cuenta de la unidad de todo lo que existe y alcanza el conocimiento del Uno. Es el arquitecto de su propio destino, cosechando en otras vidas lo que hubiere sembrado en anteriores. La teosofía explica también que el pensamiento y el sentimiento no son agregados de materia sino las causas de tales agregados; y declara, con Sir William Crookes, que debemos ver en la vida, el moldeador y conformador de la materia.

PREGUNTA: Ha insinuado Ud. Ciertas cosas acerca del hombre y su evolución, acerca de Reencarnación y Karma, acerca de la existencia de Maestros de Sabiduría, etc. ¿Son, todos éstos, hechos que pueden demostrarse?

RESPUESTA: Así como el matemático no puede demostrar un abstruso teorema a un adolescente, a menos que éste, mediante diligente estudio, haya adquirido un conocimiento elemental de las matemáticas, así de parte nuestra se necesita un rígido entrenamiento para percibir como hechos las enseñanzas Teosóficas. Sin embargo, se nos proponen como hechos por aquellos que han verificado su exactitud. Antes de que los hechos de la Teosofía puedan sernos demostrados, son necesarias ciertas facultades psíquicas y poderes espirituales que se desarrollan por regulada práctica; si bien la completa verificación de todos los hechos es posible solamente para los Hombres Perfectos. Con todo, antes de que uno desarrolle poderes psíquicos, podrá deducir la necesidad de Reencarnación y karma, la peregrinación del alma. Los Maestros, etc., por el poder que tiene el alma de razonar acerca de los fenómenos y experiencia de la vida humana.

PREGUNTA: ¿Cómo, pues, podemos libertar al mundo de toda clase de penas, miserias y enfermedades?

RESPUESTA: Solamente hay un remedio y es: el Conocimiento.

PREGUNTA: Pero, ¿cómo podríamos defendernos de enfermedad corporal, de ponzoña, insolación, muerte accidental, males congénitos, etc., simplemente por el conocimiento?

RESPUESTA: Es claro que curar una enfermedad luego de haberla adquirido es algo como tratar de extinguir un incendio luego que ha tomado fuerza; y precisamente así como el fuego ocasiona algún daño a pesar de la prontitud con que pudiera ser apagado, la enfermedad, una vez contraída, ocasiona algún dolor no obstante la prontitud con que sea curada. Además, no tenemos el poder de impedir el retorno de las enfermedades. Así como cuando comemos, el hambre queda sólo temporalmente satisfecha y se siente de nuevo al poco tiempo, así casi todas las curas actuales están calculadas para después que se han presentado las enfermedades y de ninguna manera son preventivos o remedios para que no nos invadan.

Mientras no conozcamos la causaraíz de todas las penas y dolencias del mundo, no podemos ponerles fin; nuestro tiempo transcurre meramente en luchar contra ellas en cuanto principian a molestarnos. Esto no implica que el tratamiento de las enfermedades sea cosa inútil. Por el contrario, es tan necesario como el pagar una conflagración. Pero, en vez de estar constantemente apagado el fuego que un niño que juega con una caja de fósforos comunica una y otra vez a un montón de heno, es mejor apartar la causa: el niño o los cerillos. Igualmente, es obvio que sería mejor quitar la causa del mal o de la enfermedad en el mundo y poner así fin a toda miseria.

Hay una ley de causa y efecto, que rige al mudo, y que determina que no puede haber efecto sin causa. Ahora bien, si conocemos la causa que produce el dolor y la desdicha, podemos, quitando tal causa, acabar con toda pena y aflicción n el mundo.

PREGUNTA: Pero, ¿cómo será posible para nosotros conocer la causa?

RESPUESTA: La raíz de todo mal y miseria es la ignorancia. El señor Buddha dijo que todo sufrimiento viene de ella. “Disipad la ignorancia, volved sabios a los hombres, y entonces todas las dificultades se desvanecerán”. Un Maestro de Sabiduría dice: “Quienes están de Su parte (de Dios), sabe por qué están allí y qué deberían hacer, y están tratando de hacerlo; todos los demás ignoran aún lo que deben hacer y por eso, a menudo actúan equivocadamente.” (1) El hombre ordinario no tiene idea de las Leyes de la Naturaleza en el mundo físico; mucho menos en los mundos mental y moral. No conociendo quién es él mismo y en qué consiste su verdadera felicidad, localmente va tras el mal y en consecuencia sufre dolor y desventura. Y así, hasta que adquiera el conocimiento de las leyes de la vida y la Naturaleza, mediante el estudio de la Divina Sabiduría o Teosofía, no podrá verse libre de penas y sufrimientos.

PREGUNTA: ¿Cómo me ayudará la Teosofía a adquirir un conocimiento completo de las leyes de la vida y la Naturaleza, y por qué debería yo ser Teósofo?

RESPUESTA: Según ya se explicó, la teosofía es una síntesis de toda religión, filosofía y ciencia. La ciencia ha hecho grandes progresos en el pasado, pero hoy se halla prácticamente en aprietos. La Teosofía puede ayudarla con una teoría inteligente del Universo desde la sustancia primordial; del universo objetivo con sus incontables entidades vivientes y relacionado con el hombre por medio dl cuerpo y los sentidos de éste; de los siete planos de la Naturaleza, etc.; y así la Teosofía, la ciencia del alma, toma de la mano al estudiante científico y lo conduce a lo largo de nuevas avenidas de pensamiento.

También es la Teosofía base de Religión y de la Filosofía de la Vida. Vemos toda clase de problemas sociales; extrema pobreza y extrema riqueza; desesperada miseria y degradaciones que parten el alma, lado a lado de gran progreso en ciencias y artes. Las enseñanzas teosóficas explican la causaraíz del mal, señalando el medio seguro de escapar de él.

A veces se dan las diez siguientes “Buenas Razones para estudiar la Teosofía”:

1ª Resuelve el enigma del Universo, armonizando los hechos de la Ciencia con las verdades fundamentales de Religión.

2ª Comprueba que vale la pena de vivir la vida, pues la hace inteligible demostrando la justicia y el amor que guían su evolución.

3ª Quita todo temor de la muestre y mucha de su tristeza, reconociendo que vida y muerte, gozo y pesar, son incidentes que alternan en un ciclo de ilimitado progreso.

4ª Insiste en el lado optimista de la Vida; proclamando que el hombre es el Arquitecto de su propio destino; criatura de su pasado y padre de su futuro.

5ª Demuestra el Poder, la Sabiduría y el Amor de Dios, a pesar de toda la tristeza e infelicidad del mundo.

6ª Trae confianza al desesperado, enseñando que ningún esfuerzo se pierde, ningún error es irreparable.

7ª Proclama la Paternidad de Dios y por ende que el hombre es Su hijo y tiene como meta final, la perfección.

8ª Declara la universalidad de la Ley de Causación, manteniendo que “Cualquiera cosa que el hombre sembrare, eso cosechará” en este y en los otros mundos.

9ª considera al mundo como una escuela a la que el hombre volverá una y otra vez hasta que aprenda todas las lecciones.

10ª Afirma la Fraternidad de los hombres y da una base de unión para todos los que desearen trabajar por realizarla.

La Teosofía aporta a la ciencia nuevos reinos que conquistar levanta el ánimo de quien es víctima de las condiciones sociales enseña el camino hacia el autosacrificio perfecto; enseña la Reencarnación, Karma y la Fraternidad. Estas son algunas de las razones por las cuales usted debería ser Teósofo”.


(1) “A los pies del Maestro” 910.